A VUELTAS CON LOS DEBERES... Y ¿QUÉ HAY DE LAS ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES? (DE NIÑOS Y DE PADRES).

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Fuente: ampaelquirinal.wordpress.com
Ayer comentaba con una compañera de mi Equipo de Orientación que la multinacional IKEA, en un hábil ejercicio de márketing, ha sabido captar la actual inquietud de muchas familias españolas referida a los deberes escolares, y ha elaborado su último spot publicitario relacionándolo con este tema: "Merecemos menos deberes y más cenas en familia" reza el eslogan, ¿será que son cosas incompatibles?
La CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) también ha denunciado la sobrecarga de deberes escolares en casa, alegando que los niños/as deben disponer de tiempo por la tarde para realizar otro tipo de actividades "deportivas, culturales o de esparcimiento".
No voy a dedicar más espacio a debatir sobre la conveniencia o no de los deberes escolares (me da la sensación de que este tema de controversia se va a convertir en eterno), sobre la cantidad "adecuada" de tarea escolar diaria o sobre el sentido que tienen los deberes (cuestión que únicamente puede responder el profesor/a que los ha puesto).
Sin embargo, sí me parece conveniente incidir en el escaso debate que encuentro en los medios de comunicación de masas y en las conversaciones de las familias sobre la conveniencia o no, y el tipo y cantidad, de actividades extraescolares.
Raro es el niño o niña en edad escolar que no asiste en horario de tarde a uno u otro tipo de actividades variadas, ya sea deportivas, de idiomas (inglés, chino...), musicales, de robótica, etc. Muchas de ellas comienzan a horas tempranas de la tarde, con lo cual, ya no es que no haya "cenas en familia" como dice el anuncio de Ikea, es que las "comidas en familia" también empiezan a ser "comidas a la carrera". Se da el caso de otros niños/as que incluso enlazan una actividad con otra, para llegar a casa en muchas ocasiones al final de la tarde. En ese momento... ponte a hacer los deberes.
Está muy extendido el convencimiento, muy propio del pensamiento adulto occidental (por suerte, en otras culturas esto no ocurre) de que el tiempo no empleado en actividades regladas es tiempo perdido. No se puede estar "sin hacer nada", constantemente hay que emplearse en hacer algo productivo, constructivo, formativo... Este convencimiento cada vez está calando más en la forma en la que educamos a nuestros hijos/as, y se escucha a gran cantidad de padres y madres diciendo "habrá que apuntarles a algo, porque no les vas a tener toda la tarde sin hacer nada"... ¿pero no quedábamos en que no había tiempo para otra cosa que para hacer deberes?
La jornada escolar es larga. Los que hemos crecido con la Ley General de Educación de 1970 (quienes hemos cursado EGB) hemos vivido la jornada partida, la cual nos hacía comenzar la tarde a las 17:30h. (hora a la que salíamos del colegio). Este debate actual sobre los deberes escolares ya existía en aquel momento, pero en mucha menor medida. ¿Qué es lo que ha cambiado, entonces? 
La sociedad en la que vivimos ahora es bastante diferente a la que teníamos hace 30 años. La existencia de la jornada escolar continua obliga a "rellenar" una franja de tiempo en horario de tarde que puede hacerse muy corta o muy larga, dependiendo de los casos. No es de extrañar que hayan florecido multitud de centros privados en nuestras localidades ofreciendo actividades de todo tipo dirigidas a niños y adolescentes. Y yo me pregunto... ¿son realmente necesarias tantas actividades extraescolares? 
Después de la jornada de 5 horas de escuela en horario de mañana, el cerebro de un niño/a necesita espacios para descansar, relajarse, esparcirse, crear, inventar... e incluso aburrirse un rato, que también es muy sano. Necesita llevar a cabo tareas que no estén regladas, o por lo menos, que no se hagan bajo la supervisión de un adulto (profesor, monitor, etc.). Según vayan haciéndose mayores no van a contar con la figura de un adulto que les diga en cada momento lo que tienen que hacer (por suerte).
¿Son malas las actividades extraescolares? Por supuesto que no. Igual que las tareas escolares, son negativas en exceso. Y si unimos un horario de tarde "cargado" entre deberes y extraescolares, tendremos a unos niños agotados todo el día.
Y si ya, por último, unimos a las actividades de los hijos las actividades extra-laborales de los padres... Confeccionar el horario semanal de la familia puede ser más complicado que terminar con éxito el famoso "Cubo de Rubik" (que, por cierto, qué pocos se ven ya, lo hemos cambiado por el Pokemon).
Cubo de Rubik. Fuente: Wikipedia.
 

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