Minimizar las consecuencias psicológicas que puede tener la cuarentena en nuestros hijos


El Covid-19 ha cambiado nuestras vidas con una brusca ruptura entre lo que era nuestra vida diaria, con sus hábitos y rutinas y el confinamiento al que nos hemos visto abocados en los últimos días y por tiempo aún no definido, ya que es probable que el estado de alarma se extienda. 
Ya empezamos a hablar de las posibles secuelas que a nivel psicológico en los adultos puede conllevar esta necesidad de mantenernos en nuestras casas: estados de incertidumbre, ansiedad y depresión, pueden ser algunas de las consecuencias de este encierro. Pero: ¿Qué pasa con los niños?
En principio ellos tienen más capacidad de adaptación a las nuevas situaciones que los adultos y de normalizar nuevas rutinas, pero sociológicamente, ni adultos ni niños estábamos preparados para una situación como la que atravesamos. 
¿Qué podemos hacer?

  1. Hacer que comprendan, cada uno dentro de su edad y su forma de entender la realidad, los motivos que nos llevan a esta necesidad de permanecer en nuestros hogares. Es importante responder a sus preguntas, con tranquilidad y dándoles una seguridad emocional. Explicar a los que ya tengan capacidad para entenderlo cómo surgió el virus, cómo se ha ido extendiendo por el mundo y las formas de combatirlo: Lavado de manos y permanecer en casa. Entender porqué se hacen las cosas, ayuda a acatar las normas y a cumplir con los requerimientos sociales y, por supuesto, a estar más satisfecho con la actividades de la vida diaria a pesar de las limitaciones. Una de las iniciativas que puede ayudar tanto a comprender mejor el problema, como a expresar sus inquietudes, es el reto que se está enviando por las redes sociales de hacer manualidades para que el resto de los niños las puedan ver desde las ventanas. Muchas de estas manualidades versan en torno al coronavirus y a la necesidad de quedarse en casa. 
  2. Hablarles de su vida diaria antes de esta situación. Para ellos el tiempo corre más lento y en un mes, sobre todo los más pequeños, pensarán que su rutina es la de esta situación excepcional, por ello, es importante que recuerden y disfruten con el recuerdo de lo que es su vida diaria. Asimismo, hacer planes de futuro, también es positivo y hablar de la normalidad que se recuperará. Deben entender, por tanto, que esto es un estado temporal y que su vida tras esto, volverá a ser como era antes. 
  3. Socializarles. Somos seres sociales y necesitamos del calor humano. Establecer llamadas telefónicas con familia y amigos e incluso videollamadas, puede ser muy buena idea para que sientan también cerca a la gente que quieren y para proporcionarles esa seguridad emocional que necesitan. Una de las cosas que voy a proponer por ejemplo con el grupo de mis hijos es que un día a la semana hagamos una videollamada grupal a la hora del recreo, ya hay plataformas que las aceptan hasta de 100 usuarios. 
  4. Establecer rutinas. Las rutinas son lo más importante para que los niños sepan a que atenerse, perciban una seguridad en su entorno y respondan a los requerimientos sin enfrentamientos ni peleas. Gracias a las rutinas, los niños anticipan y responden mejor ante sus obligaciones. Estas rutinas ayudarán también a mejorar el clima en el hogar durante estos largos días de encierro. Hacer las tareas del colegio o las que podamos buscar por internet, dedicar tiempos a la creatividad o al deporte dentro de las opciones que hay en una casa, mantener las rutinas diarias de alimentación, aseo y sueño, tal como se ha dicho, ayudará a todos a, por un lado, mantener un buen clima de convivencia y, por otro, a hacerles sentir más seguros. Cuidado con estas rutinas y los tiempos de acceso a pantallas (videojuegos, televisión, tabletas, móviles). Lo que puede ser incluso positivo en ratos cortos, puede inculcar hábitos negativos en nuestros hijos e, incluso adicción, si se hace un abuso de ellos. Dentro de estas rutinas, incluir hábitos de orden y limpieza y ayuda en las tareas del hogar, a modo de juego, también puede ser una gran idea. 
  5. Jugar con ellos. Aprovechar este tiempo con ellos de una forma positiva para jugar cosas a las que habitualmente no podemos dedicarles tiempo, puede ser una experiencia gratificante para padres e hijos. Pasar tiempos de juego con ellos, enriquece su imaginación, mejora la afectividad, la comunicación, ayuda al conocimiento mutuo, etc. 
  6. Por último, otra sugerencia puede ser preguntarles a qué les gustaría dedicar algunos ratos, algo que quieran hacer en casa y que habitualmente no puedan, así le darán también un sentido a este encierro
En resumen, lo mejor que podemos hacer por ellos, es proporcionarles una seguridad mediante el diálogo y las rutinas, ayudándoles a comprender y aceptar la situación que estamos viviendo, jugar con ellos, restringir los ratos de tecnología y, también, porqué no, dejarles que se aburran a ratos, para que su imaginación vuele,.....Cosas tan pequeñas y tan grandes para ellos, les ayudarán a superar esta cuarentena. ¡Juntos lo conseguiremos!


 #nosquedamosencasa.
Paz Pérez Castañera. Orientadora del EOEP Cáceres 1. Educadora social, maestra de educación infantil y licenciada en Psicopedagogía. 

Gracias por las fotos a “los niños del Equipo” y a Sandra. 

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